lunes, 11 de mayo de 2015

MUSEO DE SITIO COTOCOLLAO





El calor del fuego servía para preparar los alimentos, protegerse del frío quiteño y elaborar las más hermosas piezas de barro, de tan buena calidad que hasta hoy sobreviven (1500 a.c) y son testigos fieles del nacimiento de los quiteños.

Este legado se encuentra en el ‘Museo de Sitio de Cotocollao ubicado en la calle Santa Teresa y Loyola, en el enigmático lugar hay entierros sobre los cuales se construye el museo. Los restos que son exhibidos en el lugar pertenecen al período formativo (1500 a.c y 1500 d.c). Los vestigios arqueológicos y las primeros asentamientos del Distrito se encontraban sobre la meseta de Quito que estaba cruzada por vertientes del Pichincha, que alimentaban las dos lagunas que se asentaban en el valle de la ciudad.

Los asentamientos formaron la Aldea Formativa de Cotocollao que fue sepultada por las cenizas del volcán Pululahua. Los cotocollaos que fueron pacíficos y no tenían ejércitos guerreros tuvieron influencia de culturas como Machalilla, Chorrera y Yumbos. Los primeros ancestros de los quiteños vivían en cabañas de madera, ramas y demás, revestidas de arcilla. Su alimentación estaba basada en el consumo de papa, tubérculos, maíz, carne de venado y aves acuáticas que llegaban a la laguna de Iñaquito.

Exhibición al natural

La entrada al museo es gratuita. Tiene en exposición 178 piezas arqueológicas, un enterramiento, esqueletos y las herramientas que utilizaban los cotocollaos para la cacería. El museo está decorado con cuadros, ilustraciones y tomografías que representan el período formativo, antes de la llegada de los incas a las tierras andinas. El museo se construyó sobre un área de 300 metros cuadrados.

La atención es de lunes a viernes de 8h00 a 16h00. Visita guiada gratuita.

Familiares expuestos

Los antecesores de los quiteños fueron encontrados en Cotocollao en 1977, cuando niños del sector jugaban en un terreno baldío y encontraron restos de cerámica y desde ese año se realizaron las excavaciones.

Entre los restos encontrados están esqueletos, piezas arqueológicas, piedras talladas en obsidiana, basalto y otras piezas que parecerían para ceremonias.

Posible solución

Las excavaciones que se realizaron a finales de los 70 por parte del Banco Central hicieron que el terreno por patrimonio y cuidado del mismo forme parte de la entidad. Al poco tiempo de abierto el museo por 1982 fue cerrado, y en el 2001 tras pedido de la comunidad al Municipio reabrió sus puertas de forma gratuita, manifestó Rita Romero, arqueóloga y encargada del museo.

El Municipio destinó 26 mil dólares al proyecto del museo de sitio, sin embargo no se puede hacer uso de los mismos, porque el Banco Central no ha suscrito con el Municipio para dar en comodato el área del Museo.

Galo Sánchez, morador del sector, manifestó que sería importante llegar de inmediato a un acuerdo que permita que el área se utilice con fines de servicio.

“El dinero destinado por el Municipio serviría para ampliar el espacio y recibir a toda la ciudadanía, para que conozcan el valor que tuvo y tiene la cultura en el país”, afirmó Sánchez.

Romero agregó que de realizarse una participación legal por parte del Banco Central y el Municipio, los terrenos que no tienen construcción serían adecuados para la creación de un Centro Cultural que albergaría a los artistas y promotores culturales de la zona. Además se adecuaría una biblioteca especializada para temas culturales que involucren directamente al país.

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